Un Porsche es exponente de dinámica, agilidad, capacidad de recuperación, velocidad, elegancia y seguridad. Nuestra filosofía consiste en construir motores compactos y potentes con unas excelentes prestaciones. Y los construimos para vehículos de alta gama que se encuentran en condiciones de trasladar toda esa fuerza a la carretera sin excesivas pérdidas. En ellos se concentra toda nuestra experiencia y todos nuestros conocimientos, porque procedemos del automovilismo de competición. Y porque nuestros clientes esperan exactamente eso de nosotros.
Que en el pliego de condiciones de todo nuevo desarrollo figuren también los objetivos relevantes para el medio ambiente no constituye contradicción alguna. Más bien al contrario. El incremento de potencia y la reducción del consumo van de la mano en Porsche. Optimizamos permanentemente la aerodinámica de nuestros vehículos, lo que repercute positivamente en el consumo y en las prestaciones. Y por las mismas razones combatimos con gran empeño cualquier gramo de peso. Y mediante innovaciones técnicas optimizamos regularmente el aprovechamiento del combustible necesario en el motor. También esto forma parte de nuestra idea de potencia.
En relación con la potencia del motor, ¿estaríamos de otro modo hoy en día con nuestro parque de vehículos entre los constructores con las menores emisiones de CO2?
Pero nosotros aspiramos a más. Por ejemplo, a seguir descendiendo hasta el 2012 el consumo las emisiones de CO2 de nuestros vehículos hasta un 20 por ciento. Para ello empleamos tecnologías innovadoras. Tecnología Porsche.
«La experiencia demuestra que el segmento de gama alta es un motor innovador fundamental. Normalmente las novedades técnicas que se ofrecen por primera vez en el mismo terminan incorporándose también al cabo de los años en las categorías inferiores.»
(Presidente del Consejo de Administración de Porsche Dr. Wendelin Wiedeking)
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